14 de febrero de 2016

Avanzamos hacia la paz


“Estamos decididos a propiciar sociedades pacíficas, justas e inclusivas que estén libres del temor y la violencia. El desarrollo sostenible no es posible sin la paz, ni la paz puede existir sin el desarrollo sostenible”, acabamos de leer en los Objetivos de las Naciones Unidas para el año 2030.

Veamos cuál es el estado actual de las negociaciones de paz entre el gobierno colombiano y las Farc: Recordemos que el 26 de agosto de 2012 se firmó por las partes el Acuerdo General para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera, con el cual se iniciaron las conversaciones de La Habana sobre 6 puntos, siendo éstos los pactos logrados:

1. Política de desarrollo agrario integral

El 26 de mayo de 2013 se conocieron los cuatro temas integrantes del acuerdo agrario:

  a. Acceso y uso de la tierra: crear un fondo de tierras de distribución gratuita para campesinos sin tierra o tierra insuficiente; plan masivo de formalización de la pequeña y mediana propiedad rural; actualización del catastro y predial rural; delimitar la frontera agrícola; plan de zonificación ambiental y planes de desarrollo de las zonas de reserva campesina ya existentes o las que se creen.

  b. Creación de programas especiales de desarrollo en las zonas más afectadas por el conflicto y la pobreza.

  c. Planes nacionales sectoriales orientados a proveer servicios de infraestructura, desarrollo social y estímulo a la productividad y a la formalización laboral.

  d. Seguridad alimentaria que fortalezca los mercados locales y regionales, manejo adecuado de alimentos y programas especiales contra el hambre.

2. Participación política

El 6 de noviembre de 2013 se acordó la apertura democrática para construir la paz mediante:

   a. Facilitar el surgimiento de nuevos partidos políticos; en las zonas golpeadas por el conflicto sus habitantes podrán elegir, temporalmente, representantes a la Cámara.

  b. Ley de garantías y promoción de la participación ciudadana que conduzca a la tolerancia y la reconciliación, el derecho a la protesta social, a la comunicación, a la convivencia pacífica y al control ciudadano a la gestión pública mediante veedurías y observatorios de transparencia.

  c. Asegurar que se rompa para siempre el vínculo entre política y armas, o sea, que nadie nunca más utilice las armas para promover una causa política, y que quienes han dejado las armas para transitar a la política tengan todas las garantías de que no serán objeto de la violencia.

3. Fin del conflicto

Las delegaciones han avanzado en llevar a cabo gestos hacia el desescalamiento del conflicto armado y la construcción de confianza. El 7 marzo de 2015 anunciaron el Acuerdo sobre Limpieza y Descontaminación del Territorio de la Presencia de Minas Antipersonal. Independiente de las negociaciones en La Habana, las Farc adelantan un cese unilateral del fuego desde el 20 de julio de 2015

4. Solución al problema de las drogas ilícitas

El 16 de mayo de 2014 se da a conocer el acuerdo sobre este punto que tiene 3 componentes:

  a. Sustitución voluntaria de cultivos ilícitos mediante la generación de condiciones de bienestar para la comunidad.

  b. El consumo de drogas ilícitas debe enfocarse desde los derechos humanos y la salud pública.

  c. El gobierno intensificará la lucha contra el crimen organizado vinculado al narcotráfico y lavado de dinero asociado a la corrupción.

5. Víctimas

El 15 de diciembre de 2015 se firmó el acuerdo sobre el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición, que contempla:

  a. Lograr la mayor satisfacción posible de los derechos de todas las víctimas (de la guerrilla, de los paramilitares, del Estado), rendición de cuentas, seguridad jurídica y contribuir a la convivencia, reconciliación y no repetición del conflicto.

  b. A la terminación de las hostilidades, de acuerdo con el Derecho Internacional Humanitario y con el derecho constitucional colombiano, se otorgarán amnistías o indultos por delitos políticos y conexos. En el caso de las guerrillas se amnistiará o indultará el delito político de rebelión. En todo caso no serán objeto de amnistía ni indulto (ni de beneficios equivalentes) los delitos de lesa humanidad, el genocidio, los graves crímenes de guerra, la toma de rehenes u otra privación grave de la libertad como por ejemplo el secuestro de civiles, la tortura, las ejecuciones extrajudiciales, la desaparición forzada, el acceso carnal violento y otras formas de violencia sexual, el desplazamiento forzado, además del reclutamiento de menores.

6. Implementación, verificación y refrendación

La firma del Acuerdo Final está pendiente.


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