Foto: Internet
La tía, en medio de una reunión familiar me invita a tomar asiento a su lado, se corre haciéndome campo en el sofá y me pregunta:
- Hágame el favor y me explica: ¿Por qué el gobierno le va a pagar millón y medio a cada desmovilizado de las Farc? Yo no pondría un peso.
- Me parece muy bien que lo haga -respondo. Yo si lo pondría -apunté.
- Van a premiar delincuentes; qué ejemplo para los jóvenes -advierte.
- ¿Usted estaría de acuerdo en que mi prima tenga como novio a un desmovilizado? ¿Le daría trabajo en su casa a una desmovilizada? -le pregunto.
- ¿Y yo por qué lo tengo que hacer? ¡Qué lo haga el gobierno!
- El Estado intenta hacerlo, lo mismo hizo con las AUC usando los impuestos que pagamos usted y yo -le afirmo a la tía acomodándome en el sofá para mirarla a los ojos. Supongamos -continúo, que se trata de cien hombres y mujeres que fueron reclutados por la guerrilla cuando eran menores de edad, algunos están casados, tienen hijos, todos saben trabajar, pero nadie les da empleo, nadie les da espacio. ¿Qué alternativas tienes para ellos? ¿Robar? ¿Extorsionar? ¿Montar una oficina de sicarios? -pregunto levantando el tonito. El primo que estaba con nosotros, interviene:
- Es que la mayoría de ellos fueron obligados, o por venganza, o por falta de oportunidades se metieron en tremendo rollo, afirma el primo acompañando mis argumentos.
Les describo dos escenas que me han impactado en el trabajo con excombatientes: i) En una asamblea ciudadana en San Carlos, Antioquia, un desmovilizado de las AUC le pedía a la ciudadanía que no acudieran a él para resolver problemas de deudas y otros líos, que le ayudaran a salir de la ilegalidad y pasar a la civilidad. ii) Por allá en el 2009 un desmovilizado de las AUC desde Pereira advertía en una entrevista en la FM radio, que si nadie le ayudaba se pondría a robar, lo decía derrotado de haberlo intentado todo para tener un empleo.
- Es un problema muy jodido de esta sociedad de violentos y guerreros vinculados a guerrillas, paramilitares, bandas ilegales, combos, tanto violento y tanto ladrón -apunta el primo.
- ¿Entonces estarías de acuerdo que el novio de la prima sea un desmovilizado? -le insisto a la tía.
- No, prefiero poner la plata para que el gobierno le ayude -concluye y se levanta del sofá terminando la deliberación.
Deliberar es “considerar atenta y detenidamente el pro y el contra de los motivos de una decisión, antes de adoptarla y la razón o sinrazón de los votos antes de emitirlos. Resolver algo con premeditación” (RAE)
Deliberación “hace referencia a una cierta actitud propicia a la cooperación social, a saber, a esa disposición abierta a ser persuadido mediante razones relativas a las demandas de los otros tanto como a las propias” Habermas citando a Michelman.
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