Desde que nació Conciudadanía en 1991, decidió trabajar por fortalecer la democracia y la participación ciudadana en los municipios pequeños, en especial los ubicados en los territorios de oriente, suroeste y occidente antioqueños. Conciudadanía nació para aprovechar la apertura democrática que significó la Constitución de 1991, sobre todo los mecanismos de participación ciudadana, los espacios o instancias de participación ciudadana y comunitaria en la gestión pública local y la elección popular de alcaldes. Desde entonces definió como un elemento clave de su misión fortalecer el Estado local, y para ello se propuso ayudar a construir relaciones democráticas entre la ciudadanía y el gobierno local. A ello se ha dedicado los 25 años de vida institucional.
En esa época Conciudadanía se diferenció de sectores sociales que planteaban la necesidad de mantener la confrontación al Estado por las vías revolucionarias, de allí vino su vocación por la cultura de paz, la construcción de paz; se diferenció de quienes no estaban de acuerdo en que las ONGs firmaran contratos con entidades públicas, y se planteó el reto de ayudar a poner en marcha y hacer realidad los nuevos derechos reconocidos por la Constitución, ayudarle a los gobiernos locales a implementar las nuevas leyes sectoriales (educación, salud, jóvenes) incluyendo la nueva participación ciudadana; se diferenció de quienes llamaban a no votar en las elecciones, y se propuso contribuir al voto programático y a las elecciones limpias, de allí vienen las agendas ciudadanas de incidencia política en programas de gobierno de candidatos. El lema “para que los derechos sean hechos” nos ha identificado.
Rápidamente Conciudadanía se dio cuenta de que los municipios pequeños, aún en el nuevo escenario de descentralización política, administrativa y participación ciudadana, tienen limitaciones para atender las necesidades de su población, “las obras que demanda el progreso local y el ordenamiento territorial”, como les ordena el artículo 311 de la Constitución. Por eso desde 1993, mientras participaba en la discusión de la actual ley 154 de planes de desarrollo, propuso la idea de impulsar la construcción social de las provincias, como estrategia para fortalecer el Estado supramunicipal y la organización de la sociedad en escalas territoriales más allá de lo municipal. Con ese espíritu ha priorizado su trabajo en tres subregiones de Antioquia, es por ese criterio que no acepta trabajar en municipios aislados.
Esta permanencia nos ha ayudado a comprender mejor los contextos locales, subregionales y nos ha retado a actualizar los modelos de trabajo: nos ha permitido entender, por ejemplo, que para fortalecer la democracia local es insuficiente trabajar de manera separada con sectores de población (maestros, jóvenes, mujeres, víctimas) y es necesario trabajar con la sociedad local, de allí vienen las asambleas ciudadanas y constituyentes municipales, los colectivos ciudadanos municipales; nos ha demostrado que el desarrollo local no se puede abordar sin tener en cuenta el territorio y el patrimonio ambiental, de allí viene el actual trabajo en temas ambientales y en particular la gestión del agua; la intervención territorial ha confirmado la necesidad de fortalecer lo supramunicipal y el trabajo con las entidades públicas regionales, departamentales para poder abordar los problemas y desafíos territoriales en el marco de los instrumentos de gestión pública supramunicipal. Nuestra actividad también nos ha planteado la necesidad de incidir en el cambio de las normas que impiden la participación y limitan la autonomía de los territorios, por ello Conciudadanía hizo propuestas a la ley de víctimas, propuso la reforma a la ley de mecanismos de participación ciudadana, demandó por inconstitucional el código de minas.
En este marco de fortalecimiento de la ciudadanía local y subregional, de construcción de Estado local y subregional, Conciudadanía ha acompañado varios procesos subregionales en el suroeste: la Mesa Ambiental Subregional del Suroeste, el Espacio Subregional para a Gestión Comunitaria del agua, al Comité Subregional de Víctimas, hemos acompañado y respaldado las iniciativas de defensa del territorio y el rechazo a la llegada de la gran minería al suroeste, apoyamos el periódico Integración como una posibilidad de aumentar la deliberación pública sobre temas supramunicipales. Lo anterior, lo hemos realizado en alianzas, convenios, contratos con instituciones públicas como los municipios, Corantioquia, la Gobernación de Antioquia y agencias de cooperación internacional que apoyan nuestra labor.
Con el mismo espíritu de aportar a la construcción de Estado local, supramunicipal, subregional apoyamos la iniciativa de crear una Provincia Administrativa y de Planificación en los 11 municipios de Cartama. Apoyamos la posibilidad de que los actores subregionales acuerden criterios y normas de ordenamiento para territorios circunvecinos; que la defensa del territorio y el patrimonio natural sea adoptada por la nueva institucionalidad supramunicipal; promoveremos desde ya el reconocimiento de los actores sociales, comunitarios y ciudadanos en los organismos de gobierno de la provincia, el posible Consejo Subregional de Planeación, para que la ciudadanía tenga lugar en este espacio e incida en los instrumentos de gestión provinciales con agendas ciudadanas territoriales. Aportaremos información para la deliberación pública regional sobre proyectos y megaproyectos subregionales que se plantean en la provincia y que no son de buen recibo por sectores de la ciudadanía, para que las decisiones sean deliberadas en escenarios de democracia provincial.
En el Plan Estratégico de Conciudadanía 2016 – 2027, la tendencia de trabajar la participación ciudadana, la democracia participativa en perspectiva territorial y fortalecimiento del Estado local y subregional se confirma. Celebraremos los 25 años de vida institucional el próximo 18 de octubre ratificando esta misión.
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