Por considerarlo
de especial interés para nuestros lectores, publicamos la parte general del
concepto emitido por el Consejo Departamental de Planeación sobre el proyecto
de Plan de Desarrollo de Antioquia 2016-2019 “Pensando en Grande”, entregado a
la comunidad por el gobernador Luis Pérez Gutiérrez a ese Consejo.
ANÁLISIS SOBRE ENFOQUE Y ALCANCE
DEL PLAN DE DESARROLLO DE ANTIOQUIA
1.1. Principios y enfoques:
El documento de las Bases del Plan de
Desarrollo de Antioquia -PDA- parte de enfoques y principios, que son comunes
en estos documentos, pero que no han tenido una incorporación consecuente en
las partes interiores del Plan. Hay una separación entre la parte declarativa
de las orientaciones fundamentales con la parte programática en las líneas
estratégicas, componentes y programas.
Los principios y enfoques debieran verse
directamente reflejados en la manera de concebir y desarrollar las líneas, los
componentes y los programas; a manera de ejemplo, el enfoque de equidad de
género no se ve reflejado en todas las líneas y termina convirtiéndose
finalmente en programas específicos y no en un enfoque orientador de toda la
gestión pública departamental.
En el apartado de principios del PDA hay
confusión en cuanto a los principios y valores que se priorizan, puesto que se
pone en el mismo nivel de principios a la vida, como valor supremo, y a la
velocidad del desarrollo. Existen valores y principios que recomendamos
incorporar, para la fundamentación del plan, como lo son la ética de lo
público, el buen gobierno y la participación ciudadana. Así mismo, en los
enfoques recomendamos tener en cuenta la Acción sin daño.
Otro de los enfoques generales, y en
varias de sus líneas, el PDA se centra en la competitividad, productividad y
desarrollo económico, con un desnivel grande en relación con el desarrollo
humano orientado al Buen Vivir y en el que se debería tener en cuenta los
principios que recomendamos incorporar, mencionados en el párrafo anterior.
Por ejemplo, en el Plan hay gran
deficiencia en relación con el tema de la participación ciudadana, no es
contundente en la manera como la respeta e incluye, como derecho humano, ni en
la forma como va a potenciarla durante el cuatrienio. En este sentido, el Plan
requiere armonizarse con la Ley de Participación Democrática aprobada en julio
de 2015.
Además, también debe haber sincronía con
diferentes políticas departamentales, muchas de ellas adoptadas mediante
Ordenanzas, en las que es claro la manera como se dinamiza la relación entre la
Gobernación y la sociedad civil y en los criterios y rutas de promoción y
fortalecimiento de la participación ciudadana y otros valores necesarios para
la comunidad.
El Plan requiere una revisión desde el
punto de vista de coherencia sistémica en relación con los enfoques que aborda
porque se manifiestan diferencias significativas entre diversos apartados del
plan; a manera de ejemplo, enfatiza en la sostenibilidad ambiental y en la
protección prioritaria del agua; y al mismo tiempo, se propone metas altas en
relación con la titulación minera sin considerar los grandes efectos de la
minería para la sostenibilidad ambiental y aún más específicamente en relación
con las afectaciones sobre el patrimonio hídrico. Hay por lo tanto
inconsistencia en varios de los enfoques adoptados y en las declaraciones
que realiza el propio Plan.
1. 2. Diagnóstico y caracterización de subregiones y poblaciones:
La parte diagnóstica, si bien puede ser
comprensible el espacio reducido que se le dedica en el plan, no se corresponde
con análisis de dinámicas departamentales y subregionales donde, además de
problemáticas y necesidades, existen potencialidades y procesos territoriales
que tienen una trayectoria y que debieran incorporarse en el PDA.
Además, es necesario que la
caracterización de las subregiones se exprese luego en la parte programática,
reconociendo las particularidades, diversidad y necesidades de cada una de las
subregiones. Este es uno de los aspectos más frecuentemente reclamado en
los Consejos Consultivos Subregionales, por la necesidad de cada subregión de
verse específicamente nombrada e incluida en cada una de las líneas
estratégicas del Plan.
De los nueve (9) Consejos Consultivos
Subregionales realizados es común que se reclamen al Gobierno Departamental
asuntos como los siguientes:
ü Mayor reconocimiento de las dinámicas territoriales particulares de cada
subregión y una priorización de problemáticas, necesidades y retos,
identificadas con la participación de las comunidades, instituciones y
habitantes de las propias subregiones.
ü Concertación con autoridades y comunidades locales de los proyectos o las
intervenciones que tienen efectos transformadores sobre sus territorios y
habitantes.
ü Mayor especificidad en la enunciación e identificación de los indicadores
de producto y metas para cada una de las subregiones, puesto que los
indicadores y metas globales departamentales no permiten ver la inclusión,
participación y beneficio específicos de cada una de las subregiones y
municipios.
ü Mayor apoyo por parte de la Gobernación en la gestión con entidades
nacionales para facilitar política, técnica y económicamente la implementación
de leyes, políticas y planes del orden nacional que se concretan y se demanda
por los habitantes y comunidades en el nivel local, teniendo en cuenta
que es en los municipios donde los habitantes ven la expresión concreta del
Estado y donde se exige y se espera la garantía de sus derechos.
En relación con lo anterior y resaltado en
la visión de futuro está la importancia de considerar a Antioquia como un
sistema territorial complejo, abierto y flexible, lo que significa que desde un
enfoque territorial se tendrá en cuenta la singularidad y complejidad de cada
una de las subregiones y de sus habitantes para la implementación de las líneas
estratégicas, pero esto no queda claro en el desarrollo del Plan.
El Plan es muy frágil aún en el
reconocimiento e inclusión de la diversidad de los diferentes grupos
poblacionales y explica poco la manera de relacionamiento y diálogo con ellos
para la concertación de programas o intervenciones que tienen efectos directos
o indirectos sobre estos grupos poblacionales. En Cada Línea estratégica
debiera ser claro la manera como se legitiman e incluyen estos grupos
poblacionales que no deben nombrarse como grupos o sectores vulnerables sino
como sectores y grupos con características y dinámicas particulares que
requieren ser reconocidas e incluidas en la planeación y la gestión del
desarrollo territorial.
1.3. Articulación con leyes y procesos territoriales existentes:
Si bien es comprensible que se trata de un
PDA basado en un nuevo proyecto político en virtud de los resultados de las
elecciones de octubre de 2015 y de su correspondencia con el Programa de
Gobierno elegido; preocupa el desconocimiento de los acumulados que trae el
departamento de Antioquia y que deben ser continuidades que deben valorarse y
fortalecerse en la planeación y gestión del desarrollo territorial, puesto que
hay en ellos grandes esfuerzos y recursos públicos invertidos que deben
cuidarse y potenciarse.
El Plan de Desarrollo de Antioquia
requiere incluir y armonizarse con leyes, políticas y planes del nivel nacional
al igual que con políticas y planes existentes en el nivel departamental,
varios de los cuales han sido adoptados inclusive mediante Ordenanzas por la
Asamblea Departamental.
Existen leyes, políticas y planes sobre la
mayoría de los sectores sociales y de cada una de las dimensiones del
desarrollo que requieren incorporarse e implementarse, ya que muchos de estos
instrumentos de gestión pública han sido resultado de importantes procesos de
construcción colectiva y de concertación entre instituciones públicas y
organizaciones sociales.
También es importante que haya una
alineación del Plan de Desarrollo con procesos de orden global como los
objetivos de Desarrollo Sostenible planteados por la Organización de Naciones
Unidas. En este caso apenas se menciona en dos renglones al finalizar los
Fundamentos, pero no hay desarrollo de la idea, lo cual puede interpretarse que
no hay claridad en la interrelación con la Agenda promulgada por Naciones
Unidas.
El Plan se refiere de manera reiterada en
varios de sus apartados a la importancia de las sinergias y de la
transversalidad; sin embargo, estas dos categorías no se desarrollan con el fin
de comprender la manera como se van a potenciar las sinergias con las otra
entidades territoriales y en particular con los municipios, con las comunidades
étnicas, con los sectores poblacionales, las comunidades y las organizaciones
sociales.
Las sinergias deben tener un
profundo sentido de la democracia, el diálogo y la concertación. En relación
con los asuntos transversales a los que se refiere el Plan, por ejemplo para la paz y el posconflicto hay poco
desarrollo de su incorporación en las demás líneas del Plan. Como se sabe, al
adoptar la categoría de la transversalidad, se corre el gran riesgo de no
concretar la especificidad que requiere su incorporación en otros campos.
1.4. Lo grande y lo pequeño:
El plan, desde su nombre “Pensando en
Grande” y por el énfasis que pone en los proyectos visionarios detonantes
de desarrollo enfatiza en una dimensión y en una escala del desarrollo en
relación con las grandes obras, marginando las dimensiones y escalas menores a
través de las cuales se manifiestan las dinámicas del desarrollo territorial
que reivindican la importancia que tiene también la dimensión de “lo pequeño”.
Un ejemplo de este contraste de
dimensiones y escalas está relacionado con la minimización que se ha hecho en
la presentación del plan por parte de funcionarios de Planeación Departamental
cuando dicen que “ya no más acueductos veredales” para referirse a la
propuesta de las empresas subregionales de prestación de servicios públicos. En
la experiencia de la gestión comunitaria del agua se muestra una escala y una
dimensión de desarrollo y de gestión territorial de un nivel que requiere
reconocerse, respetarse, visibilizarse y potenciarse.
1.5. Economía solidaria:
El Plan requiere visibilizar y potenciar
la economía solidaria como una valiosa forma de dinámica social y como una
dimensión importante de contribución también al desarrollo económico con
énfasis en desarrollo humano.
El enfoque económico que se percibe
en el Plan por la orientación que se da a varios de los componentes y programas,
y por los Proyectos visionarios detonantes de desarrollo que incluye, muestra
una preferencia por la gran empresa y no se observan posibilidades de
desarrollo de la economía solidaria ni de la participación de comunidades y
organizaciones sociales en estos programas estratégicos del desarrollo
regional.
El Plan puede contribuir, con este enfoque
que adopta, al enriquecimiento y fortalecimiento de la gran empresa con los recursos
públicos generando mayor concentración de la riqueza y profundizando la
inequidad.
1.6. Indicadores y metas:
En cuanto a la línea de base y las metas
cuatrienales de los indicadores, existen también dificultades para su
comprensión. Varios indicadores parten de líneas de base de años anteriores al
pasado período de gobierno y no tienen en cuenta el punto en el que quedaron al
terminar el gobierno inmediatamente anterior. Entonces encontramos indicadores
que no logran precisar la meta cuatrienal o son imprecisos en la unidad de
medida que adoptan para su planeación y posterior seguimiento.
Internamente, en las líneas estratégicas,
los indicadores de producto muestran un bajísimo alcance en relación con la
participación de las diferentes subregiones y municipios del departamento. Al
contrastar los indicadores de producto con los grandes objetivos políticos y
metas del plan se observa un profundo desnivel entre las aspiraciones y las
concreciones del PDA.
Una de las preocupaciones recurrentes
manifestadas en los 9 Consejos Consultivos Subregionales está relacionada
precisamente con los indicadores de producto y las metas departamentales del
Plan. Al ser éstas divididas por el número de subregiones y de municipios,
daría como resultado una participación o beneficio insignificante para cada
subregión y municipio.
1.7. Recursos, inversiones y transparencia:
Desde el punto de vista financiero, el PDA
no logra concretarse en la disponibilidad de finanzas del Departamento y en las
posibilidades efectivas de gestión de recursos. Las grandes metas políticas del
plan, reflejadas principalmente en los Proyectos visionarios detonantes de
desarrollo, no dependen de los recursos disponibles de la Gobernación y
arriesgan objetivos y metas que dependen de cruce de competencias con otras
instancias y entidades territoriales y de gestión incierta de recursos para su
puesta en marcha y sostenibilidad.
El Plan plurianual de inversiones fue presentado de manera muy general y no
permitió un análisis financiero más detallado, se presenta el plan de
ingresos y la distribución de recursos por dependencias y por cada uno de
los años pero sin poder cruzar esta información financiera con las líneas
estratégicas, componentes, programas e indicadores de producto a los que se
refiere el propio Plan. El plan plurianual de inversiones se presenta
como una asignación y distribución arbitraria de los ingresos o relacionada con
las destinaciones obligadas por ley y no como resultado de la presupuestación
efectiva de las líneas estratégicas, los proyectos visionarios detonantes de
desarrollo y los programas que privilegia el plan.
El Plan no es contundente en la opción por
la transparencia en el manejo de los recursos públicos y en el control y lucha
contra la corrupción. En la Línea 7 sobre Gobernanza y Buen Gobierno se alude a
estos asuntos de manera particular y como acciones muy específicas que no
logran afectar todo el ciclo y el sistema de la gestión público. Esto preocupa
especialmente porque el plan se basa en grandes obras y proyectos visionarios
detonantes de desarrollo donde se requiere elevar la transparencia, el acceso a
la información pública y el control de la corrupción.
1.8. Estructura y forma:
Los objetivos de componentes y programas
no tienen la misma calidad de contenido y redacción y muchos de ellos desbordan
lo que técnicamente debe entenderse como objetivo en la planificación del
desarrollo territorial.
Lo mismo ocurre con los indicadores de
resultado y de producto: no hay igual calidad entre el contenido y la redacción
técnica. La mayoría de los indicadores deben revisarse y asumir una matriz
igual de formulación para todos los indicadores del plan.
Por otra parte, el PDA establece
diferentes niveles de profundidad en la presentación de las líneas estratégicas
y programas, teniendo algunas partes mayor desarrollo que otros, lo que puede
llevar a entender énfasis que se ponen en unas líneas y menor fuerza en otras.
El Documento del Plan requiere ajustes en
su estructuración para que mantenga en su extensión y contenido la misma forma
técnica en cuanto a los ítems internos de cada uno de sus apartados, los
nomencladores de orden y secuencialidad y el mismo nivel de profundidad en el
diagnóstico y análisis en Líneas Estratégicas, componentes y programas.
La opción metodológica de estructuración
del PDA, por líneas estratégicas, puede llevar a la saturación de algunas
líneas con muchos componentes y programas por sectores sociales y
poblacionales, como sucede particularmente con la línea 3 de equidad y
movilidad social y la línea 5 de seguridad, justicia y derechos humanos.
Recomendamos revisar la estructuración en
las 7 líneas para desconcentrar la Línea 3 y reubicar algunos componentes y
programas de la línea 5, como lo son por ejemplo, lo relacionado con el sistema
de organizaciones comunales, las entidades sin ánimo de lucro y el sistema
departamental de bomberos.