Iván Alexander Zuluaga Zuluaga, tamesino de nacimiento, administrador de empresas de la Universidad Pontificia Bolivariana, especializado en Gerencia Estrategia de la Universidad La Sabana en Bogotá, ha trabajado en el Instituto para el Desarrollo de Antioquia, administrador durante más de dos años del Hospital de Támesis, cargos administrativos y comerciales en distintos bancos del país; fue concejal tamesino a los 19 años y posteriormente presidente del Directorio Conservador de Támesis.
¿Cuáles son las prioridades que asumirá su Administración Municipal?
El hilo conductor de mi Administración lo hemos definido desde la campaña electoral: la familia. Hay que fortalecer la estructura familiar y mejorar la calidad de vida de las familias para reconstruir el tejido social y brindar condiciones mínimas vitales de dignidad que se materializan en vivienda, salud, educación y empleo, a partir de los cuales se puedan trabajar temas psico-sociales, de prevención de la adición de los jóvenes, maltrato a las mujeres, violencia intrafamiliar, alcoholismo, etc. Si al final del día lo que hemos hecho se ha enrutado hacia el mejoramiento de la calidad de vida de las familias urbanas y rurales, entonces, ha valido la pena, pero si no, habrá que revaluar y replantear el camino. Insisto en la atención a las familias rurales porque así evitamos el alejamiento de los jóvenes campesinos de la actividad agrícola, fenómeno que afecta todo Antioquia donde el promedio de edad del campesino es de 51 años, mientras que en Boyacá es de 34 años, lo que está indicando la pérdida de toda una generación de campesinos por ausencia de condiciones dignas para las familias rurales, y si no invertimos la tendencia de despoblamiento rural, en unos 25 o 30 años no tendríamos más campesinos. Algunos factores que han contribuido a este despoblamiento son la concentración de la tierra que se dio en las décadas del 80 y 90 por la compra de pequeñas parcelas con dineros provenientes del narcotráfico que terminaron creando grandes haciendas ganaderas que no requieren mayor mano de obra, y la crisis cafetera que redujo la rentabilidad del negocio que durante mucho tiempo fue el más promisorio de la región.
¿Qué planes tiene su Administración hacia la integración regional?
Para evitar que las transformaciones en el desarrollo nacional arrase nuestra gente, nuestra identidad y los recursos naturales, tenemos que pensar y acordar temas comunes desde los Esquemas de Ordenamiento Territorial para el desarrollo regional, la protección de los recursos naturales, en especial el agua y la prestación de los servicios públicos frente a un posible sobre-poblamiento. Recientemente firmamos un acuerdo macro los alcaldes de Jericó, La Pintada, Valparaíso y Támesis pensando que podamos hacer una planeación territorial subregional para llegar ante el gobierno nacional buscando un contrato plano para temas comunes.
¿Cómo avanza el proyecto bioparque regional de aprovechamiento de residuos sólidos?
Hoy estamos formulando un anteproyecto que incluye gestionar con la Secretaría departamental de agricultura la primera etapa de la empresa de desarrollo agropecuario de Antioquia en la hacienda Pescadero donde habría un proceso de asociatividad campesina, y el de la empresa de revalorización de residuos sólidos que se convierte, mediante una ordenanza recientemente aprobada, en plan piloto de aprovechamiento de residuos sólidos y también de residuos orgánicos con el uso de un biodigestor para producir abonos y gas.
¿En que estado se encuentra la pequeña central hidroeléctrica, PCH, sobre el río Conde?
Esta PCH es a filo de agua, o sea, sin ningún tipo de represamiento, está culminando el estudio técnico y de ajuste presupuestal, se ha firmado acuerdos de entendimiento, se ha invitado a los municipios de Valparaíso y Caramanta y está GEN+ e IDEA, lo que sigue de inmediato es armar la sociedad que requerirá unos 27 mil millones de pesos. El proceso ya tiene la licencia ambiental al orden del día, el IDEA la ha recibido y por eso se viabiliza para que los municipios definan su participación en la sociedad que cuenta con el apoyo financiero de la Gobernación y el IDEA, creo que en enero o febrero de 2017 podemos iniciar la construcción.
El proyecto, que está planteado para producir 3.5 Megavatios que irán a la interconexión nacional produciendo unos 4.500 millones de pesos anuales a ser repartidos según la inversión de los municipios asociados, hace parte de una nueva concepción de producción energética alternativa a los grandes represamientos de ríos que causan graves impactos ambientales, además de los beneficios presupuestarios que generarían al municipio para proyectos de inversión que no nos hagan tan dependientes de las transferencias nacionales o departamentales. Las PCH son amigables con el medio ambiente y son importantes para la región, por eso una parte de su beneficio económico tendrá que ser invertido en la conservación de la fuente, de sus nacimientos y áreas protegidas.
Por encontrarnos todavía en una etapa en que no hemos definido las participaciones de los municipios, no se ha empezado el acercamiento de socialización precisa con las comunidades directamente vinculadas al río Conde.
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